“Baden Baden”, premi de la crítica al D’A

El plano secuencia de cuatro minutos que abre el debut en el largometraje de Rachel Lang nos da las claves principales para su posterior interpretación. Todavía no conocemos a Ana, la protagonista. Lo único que sabemos de ella es que está conduciendo, muy estresada, mientras habla por el manos libres. Hay alguien en el asiento trasero del coche, pero aún no sabemos quién es. La cámara observa exclusivamente a Ana. Percibimos su nerviosismo, la tensión en su rostro. Cuando llega por fin a su destino, su jefe le lanza una reprimenda descomunal. Ha traído a la actriz cuarenta y cinco minutos tarde al lugar de trabajo, haciendo perder el tiempo a todo un equipo de filmación. Y eso es algo intolerable.

Ana tiene 26 años y no sabe qué le deparará el futuro. En un arrebato, decide dejar el trabajo y llevarse con ella el coche de la empresa. Regresar a Estrasburgo, visitar a su querida abuela. Arreglarle el cuarto de baño y sustituir con sus propias manos la vieja bañera por una ducha nueva (aunque no tenga conocimientos de albañilería ni fontanería). Ana quiere hacer algo con su vida, eso está claro, aunque todavía no sabe muy bien qué. Ana no es como su madre querría que fuese, no responde a los cánones impuestos por la sociedad. No soporta llevar zapatos de tacón y vestidos de flores, prefiere ir con el pelo corto y llevar pantalones vaqueros. Tampoco tiene del todo claro cómo enfrentarse a las relaciones sentimentales: a la relación con su exnovio, a la relación con su mejor amigo. Se rebela constantemente ante una sociedad que no escucha y tan solo pretende obligarla a callar y acatar, cosa que Ana no está dispuesta a hacer.

La película de Rachel Lang nos muestra, con naturalidad, sencillez y leves toques de humor, ese difícil tránsito a la edad adulta que tantos directores han intentado reflejar a lo largo de la historia del cine. A diferencia de otras películas coming of age, Baden Baden se aleja de la floritura y el exceso y, haciendo uso de una pegadiza banda sonora, sostiene un mensaje claramente feminista que en ningún momento llega a caer en el panfleto.

En Baden Baden, la historia –por otro lado, mínima– queda en un segundo plano ante la importancia que cobran la progresiva definición del personaje protagonista (destacable interpretación de Salomé Richard) y de todos aquellos que la rodean: su abuela, sus padres, su exnovio, su mejor amigo y el desconocido que la ayuda en su ingente tarea autoimpuesta: renovar el cuarto de baño de su abuela mientras esta se encuentra en el hospital.

Bajo una aparente espontaneidad descubrimos una meditada puesta en escena que se adecua a la perfección en todo momento a aquello que está narrando. Las diferentes relaciones de Ana con los personajes masculinos son mostradas de distinto modo: planos generales, planos medios o primeros planos tienen distintas finalidades y provocan distintos efectos en el espectador. La directora lo sabe y utiliza su conocimiento como una herramienta, tan sutil como eficaz. Por otro lado, Baden Baden es un film de contrastes y paradojas: el caos (que impregna la vida de Ana) frente al orden (que los demás pretenden imponerle), la libertad frente a la castración, la comedia frente al drama, la vida frente a la muerte, la convención frente a todo aquello que se escapa de la norma. Es una película sutilmente transgresora, una comedia un poco triste o un drama que destila energía y sentido del humor. O tal vez, las tres cosas al mismo tiempo.

Si hay algo que se le podría reprochar a Baden Baden es su consciente falta de riesgo y excesivo esfuerzo por crear continuamente lazos de empatía con el espectador Aunque… ¿es esto en realidad reprochable? Es difícil –por no decir imposible– no esbozar una sonrisa de complicidad cuando presenciamos los continuos intentos frustrados de Ana por encajar en una sociedad a la que le cuesta tanto asumir la diferencia. Aunque tal vez sea porque esa misma frustración la hemos sufrido todos en algún momento de nuestras vidas.

© Victor Blanes, Estanis Bañuelos y Marla Jacarilla, 2016