“Abou Leila”, ganadora del Premio de la Crítica en el D’A Film Festival 2020

El Jurado de la Crítica del D’A Film Festival 2020, integrado por Imma Merino, Anna Petrus i Ramón Alfonso, ha otorgado el Premio de la Crítica a “Abou Leila”, d’Amin Sidi-Boumédiène, así como una Mención Especial a “La mami”, de Laura Herrero.

Abou Leila (Amin Sidi-Boumédiène, 2019)

En las imágenes de arranque del primer largometraje de Amin Sidi-Boumédiène vemos al terrorista Abou Leila asesinar en la calle a un hombre. Con estas fotos inaugurales y nerviosas, de estremecedora veracidad, el cineasta nos introduce en un universo crispado y en descomposición, la Argelia de mediados de los años noventa. De igual forma, nos presenta a un personaje que a continuación, al menos en apariencia, desaparece hasta el tramo final del relato tras ceder el pilotaje a una pareja de agentes de policía que precisamente le siguen la pista. La desaparición, no obstante, es muy relativa. El ausente, sometido a una mutación cuasi fantasmal, supone una certera personificación del espacio fracturado observado, y vigila las diferentes láminas que organizan la crónica, influyendo además y de manera decisiva en ocasiones en su temperamento. ¿Abou Leila es un personaje real o una figura simbólica que forma parte de un rompecabezas sobre el que se arman los sueños de los dos protagonistas? ¿Cuándo comienzan verdaderamente los sueños en la película, y qué personaje está soñando? Quizá el prólogo es una suerte de alucinación o reconstrucción de los policías, o puede que estos en realidad solo sean criaturas imaginadas por el terrorista mientras duerme o, mejor dicho, se extravía en un laberinto irreal. No hay respuestas en el largometraje, o por lo menos, no hay soluciones indiscutibles. Abou Leila rechaza, y esto es admirable, las certezas. Es un viaje fascinado entre dimensiones emprendido por unas figuras símbolo que se dirigen hacia una irremediable desaparición. Camina, igual que muchos de los textos redactados sobre todo por románticos y alucinados franceses en el siglo pasado, por los territorios del sueño con el propósito de explorar los diferentes y antagónicos planos de precisas localizaciones fronterizas e individuos. No teme adentrarse en zonas ignotas u oscuras e incluso extraviarse a veces a fin de concretar una singular escritura renovadora, desprovista de convencionalismos y conexiones con achacosas normas. El director conjuga con acierto sensibilidades e inquietudes pretéritas, fundamentalmente del ciclo de la Modernidad, y organiza alrededor de un tablero onírico un notable estudio acerca del ejercicio de la violencia en el que juega un papel capital el constante cuestionamiento de la masculinidad. Abou Leila nos recuerda y muestra las extraordinarias habilidades del cine para navegar por misteriosos y subjetivos universos y dimensiones paralelas.

«Abou Leila» , de Amin Sidi-Boumédiène

La mami (Laura Herrero Garvin, 2019)

Como Jurado de la Crítica decidimos entregar una mención especial al film La Mami de Laura Herrero por dos motivos principales. El primero, porque de alguna manera era la película que se erigía como digno reverso de Abou Leila. Si bien la cinta argelina cuestiona una masculinidad vinculada al ejercicio de la violencia desde un cine simbólica y progresivamente descarnado, La Mami dignifica unos personajes femeninos históricamente relegados a la invisibilidad, e incluso al menosprecio, desde un cine enraizado en la realidad. Al mismo tiempo, y aquí el segundo motivo, la cinta de Laura Herrero ofrece una sesión de cine poderoso en su aparente sencillez. Un ejercicio de humildad cinematográfica que, sin embargo, logra empoderar y mostrar la complejidad vital de sus personajes, las mujeres que trabajan como bailarinas y acompañantes en el Cabaret Barba Azul de México, acogidos y casi acunados por la propia película. Una cinta que destila amor y respeto a través de los pequeños gestos que humanizan a las chicas en ese pequeño espacio de libertad y confesiones, el baño de mujeres dominado por la figura de Doña Olga, la encargada, quien emana una luz protectora sobre ellas. En fuera de campo, la sala de baile, donde las chicas dejan de ser ellas mismas para ser simplemente un cuerpo, un baile, una sonrisa. Pero La Mami ya nos ha dado el privilegio de conocerlas y amarlas. De ponerlas en el lugar que se merecen.

«La mami», de Laura Herrero